1ª Lectura: Isaías 62,1-5
Lectura del libro de Isaías.
Palabra de Dios.
Salmo: Salmo 88,4-5.16-17.27.29
R. Cantaré eternamente la misericordia del Señor.
R. Cantaré eternamente la misericordia del Señor.
Yo sellé una alianza con mi elegido, hice este juramento a David, mi servidor: «Estableceré tu descendencia para siempre, mantendré tu trono por todas las generaciones». R.
¡Feliz el pueblo que sabe aclamarte! Ellos caminarán a la luz de tu rostro; se alegrarán sin cesar en tu Nombre, serán exaltados a causa de tu justicia. R.
Él me dirá: «Tú eres mi Padre, mi Dios, mi Roca salvadora». Le aseguraré mi amor eternamente, y mi alianza será estable para él. R.
2ª Lectura: Hechos 13,16-17.22-25
Lectura de los Hechos de los Apóstoles.
Al llegar a Antioquía de Pisidia, Pablo se levantó en la sinagoga y, pidiendo silencio con un gesto, dijo: «Escúchenme, israelitas y todos los que temen a Dios. El Dios de este Pueblo, el Dios de Israel, eligió a nuestros padres y los convirtió en un gran Pueblo, cuando todavía vivían como extranjeros en Egipto. Luego, con el poder de su brazo, los hizo salir de allí. Y cuando Dios desechó a Saúl, les suscitó como rey a David, de quien dio este testimonio: «He encontrado en David, el hijo de Jesé, a un hombre conforme a mi corazón que cumplirá siempre mi voluntad». De la descendencia de David, como lo había prometido, Dios hizo surgir para Israel un Salvador, que es Jesús. Como preparación a su venida, Juan Bautista había predicado un bautismo de penitencia a todo el pueblo de Israel. Y al final de su carrera, Juan Bautista decía: «Yo no soy el que ustedes creen, pero sepan que después de mí viene Aquél a quien yo no soy digno de desatar las sandalias»».
Palabra de Dios.
Aleluia
Aleluia
Mañana quedará borrada la iniquidad de la tierra, y reinará sobre nosotros el Salvador del mundo.
Mañana quedará borrada la iniquidad de la tierra, y reinará sobre nosotros el Salvador del mundo.
Evangelio: Mateo 1,1-25
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Palabra del Señor.
RECOMENDACIONES
- Color Litúrgico: Blanco
- La solemnidad de la Natividad del Señor permite celebrar 4 Misas distintas: la Misa de la Vigilia (tarde del 24 de Diciembre, antes o después de las I vísperas de la Navidad), la Misa de la Noche (24 de Diciembre en la noche), la Misa de la Aurora (Antes de mediodía del 25 de Diciembre) y la Misa del Día (25 de Diciembre). Todas revisten especial solemnidad y alegría, reflejada en los cantos y ornamentos litúrgicos.
- Se vuelve a cantar el Gloria, acompañado en lo posible de las campanas del templo.
- Si se realiza procesión para adorar al Niño Dios, los tradicionales villancicos son muy adecuados para acompañar el momento.
- Dentro de la Eucaristía se debe tener cuidado al elegir los villancicos para cada momento, sobre todo en la letra: que reflejen el verdadero misterio del Nacimiento de Cristo y no se queden en expresiones tradicionales del folklore o de la tradición secular.
- Dentro de la Eucaristía se debe tener cuidado al elegir los villancicos para cada momento, sobre todo en la letra: que reflejen el verdadero misterio del Nacimiento de Cristo y no se queden en expresiones tradicionales del folklore o de la tradición secular.
PARA REFLEXIONAR
"Como en Belén"
Marcelo Cid
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